martes, 8 de mayo de 2012

Poema Nadaísta: Oh, Misteriosa Alma Mía

Oh, misteriosa alma mía

¿dónde esperas encontrar tu amor

en qué mar dejarás caer tu última lágrima

dónde por fin olvidarás la muerte

en qué navío de la desgracia serás feliz

bajo qué arbol , bajo qué cielo

bajo qué puñado de polvo

darás reposo a tu pobre esqueleto?

¿De qué desierto te llegará el olivo?

¿Y esta gaviota mi alma

hacia que Islas Desventuradas volará?

Y la Gran Fiesta del Cuerpo

¿será para después en el Tiempo Inmóvil?

¿Florecerá sobre mi tumba la Siempreviva?

¿Podré ser Eterno bajo mi pavorosa ceniza?

¡Responde, Alma mía!

Mátame de silencios, pero habla.

Haz aunque sea un viraje a la desgracia 

pero cesa ya de buscar;

El mundo es redondo y no hay salvación.

No olvides que en tu locura

has creído encontrar el último Puerto,

pero siempre has bajado en él

para volver a partir.

Ahora mi corazón se abre a una nueva esperanza,

a un nuevo mar.

No sé si gime o canta

pero se agita dentro de mí.

Adivino su inquietud que dice:

Nunca llegarás, amigo mío.

¡Hay que partir siempre!

Al mar digo que sí con una condición:

Aquí o en la Eternidad

mi corazón pasajero exige ser Eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario